sábado, 2 de noviembre de 2013

Mi primer video MTB

Pues eso mismo, despues de pillar una camara china he realizado mi primer video de MTB.
El recorrido parte de Cercedilla, y baja hasta Segovia por el Carril del Gallo y el Rio Eresma, bonita ruta, precioso entorno y que decir de la compañia...

Aqui el video:

http://www.youtube.com/watch?v=qN3BW_9EEJk&feature=youtu.be





martes, 20 de agosto de 2013

El Reto Del Año: Getafe - Segovia

Todo comenzó en mayo de 2012. Pensé en probar esto del MTB y rápidamente me enganché. Los primeros meses casi siempre rodaba en solitario intentando mejorar poco a poco mi forma y resistencia. Tenía algunos amigos con los que salía de forma esporádica, pero empecé a pensar en buscar un grupo más consolidado. Una vez que me vi en condiciones de seguir su ritmo, me uní a los chicos de Polvoranca MTB que me acogieron estupendamente y, desde entonces, no han hecho sino acrecentarse mis ganas de salir cada semana. 
Cumplido el primer año, rondaba por mi cabeza la posibilidad de plantearme un reto, un objetivo difícil de conseguir, una meta que supusiera un gran esfuerzo. Con esta premisa en mente, intenté buscar un recorrido que se ajustara a esta definición pero que estuviera a mi alcance, algo que cuando lo consiguiera fuera para mí un motivo de satisfacción personal.
Para saber si el reto era difícil de conseguir nada mejor que comentarlo con personas ajenas a la práctica habitual de este deporte. Expresiones como "tú estas loco", "pero cómo vas a ir a Segovia en bici, muchacho", me dieron una pista clara de que iba por buen camino.
Mi idea inicial era cumplir este reto en el mes de junio, pero un desafortunado accidente laboral en el mes de mayo y dos meses de rehabilitación, hicieron imposible realizarlo en esa fecha. Sin embargo, no iba a dejar que este contratiempo me impidiera cumplir con mi objetivo. Una vez recuperado e impaciente, y con la idea de no realizar el recorrido en solitario, lancé la propuesta al grupo,  del que a pesar de estar reducido por las fechas estivales, surgieron rápidamente un par de osados bikers que se unieron al reto de ir pedaleando desde nuestro lugares de residencia hasta Segovia por caminos, con el objetivo de llegar a las 15:00 de la tarde y poder degustar el conocido cochinillo como premio a nuestro esfuerzo. 
Finalmente y, tras ajustar horarios, pensamos que el 17 de agosto sería un buen día para nuestra travesía. Aún así, tendríamos que madrugar si queríamos llegar a la hora de la comida. Nos esperaban por delante 110 Km. y 2000 metros de desnivel acumulado aproximadamente, una ruta que pondría a prueba nuestra resistencia, especialmente la de nuestro culo. Haciendo un cálculo lo más realista posible pensamos que salir a las 5 de la mañana sería lo más conveniente para poder realizar la ruta sin prisas y poder llevar un ritmo que nos permitiera llegar a nuestro destino en las mejores condiciones posibles.
Después de preparar todo, el track, un buen ajuste y engrase de la bicicleta, luces, suficientes provisiones en forma de geles, barritas, plátanos y todo tipo de chucherías para aguantar 10 horas pedaleando, comenzamos nuestra aventura...



El día comenzó a las 4:00 de la mañana, para ponerme en marcha desde la estación de Getafe Sector III, lugar desde donde inicié la ruta. Por el camino me encuentro con Ángel y vamos hacia Alcorcón donde nos encontraremos con Luis.


Perfecto, ya estamos todos, nos vamos para Segovia !!! Luces, Acción !!!
Salimos de Alcorcón por conocidos trayectos que tantas veces hemos recorrido en grupo, nos dirigimos con buen ánimo hacia la urbanización El Bosque y comprobamos que a esas horas sin unas buenas luces sería imposible avanzar en los oscuros y solitarios caminos que nos indica el GPS. Por suerte, las luces respondieron a la perfección y en una hora escasa nos encontrábamos en El Bosque. A sugerencia de Luis giramos a la derecha, lo cual nos haría acortar algo el camino que el track marcaba y nos haría ganar unos minutos que agradeceríamos al final de la ruta.
Tras una larga bajada nos encontramos en el curso medio del río Guadarrama y rodando a su ribera me llama la atención la temperatura. Le pregunto a Ángel, que dispone de termómetro en su cuenta, y me comenta que estamos a 17º: la humedad del río y una ligera brisa hacen que yo note auténtico frío, que por otro lado es de agradecer en pleno mes de agosto.
Rodando por ese bonito paraje empiezan a asomar los primeros rayos de sol. Está amaneciendo y avanzamos a buen ritmo.


Llegamos a Villafranca del Castillo, atravesamos el pueblo por una ligera pendiente y rápidamente nos adentramos en una de las continuas vías pecuarias por las que transcurre el track. A nuestra izquierda queda Villanueva de la Cañada, donde vemos a lo lejos el "Aquopolis" y donde, ya con el sol brillando, paramos a comer algo y desmontar la iluminación.


A continuación y, después de los primeros 40 Km. de travesía, afrontaríamos el primer desnivel de la jornada, 5 Km. de subida que nos harían empezar a ganar metros sobre el nivel del mar y nos llevaría directamente al pueblo de Colmenarejo, donde nos llamaron la atención las instalaciones del Campus de la Universidad Carlos III que dejamos a nuestra izquierda.
Atravesamos sus calles y seguimos avanzando, dejando Galapagar a nuestra derecha y el Embalse de Valmayor a nuestra izquierda. Nuestro siguiente destino será el pueblo de Collado Villalba, y Luis sugiere hacer una paradita, el conocido como "momento plátano", para poder asimilar los carbohidratos antes de llegar a las rampas, que cada vez vemos más cerca. Encontramos un lugar muy agradable donde realizamos una pausa de 15 min.




Atravesamos Collado Villalba donde nos hacemos un pequeño lío con el GPS y nos toca agachar un poco el lomo debajo de la carretera para dar la vuelta. Cosas que pasan.


Siguiente destino, Alpedrete. A partir de este punto lo que habían sido anchos caminos y pistas muy rodadoras, definidas por Ángel como autopistas, van cambiando su aspecto y nos recuerdan que nos estamos acercando sin remisión a la sierra madrileña. En los caminos empiezan a aparecer las primeras piedras y dificultades, que hacen que tengamos que echar pie a tierra en alguna que otra ocasión.


Dejando a nuestra derecha el pueblo de Collado Mediano, la ruta nos regala una zona preciosa entre jaras con una trialera de bajada que pone una pedazo de sonrisa en nuestras caras y nos hace subir un poco la adrenalina ante las próximas subidas que tendríamos que afrontar en breve.


Llegamos al Pueblo de Los Molinos. Comenzamos nuestra ruta a, aproximadamente, 600 m. sobre el nivel del mar y ahora nos encontramos a 1000 m. En este momento empezamos a ascender hasta el punto más alto de nuestro recorrido que se encuentra a 1800 m. de altura.
En este punto de la ruta afrontaríamos las rampas más duras de nuestro itinerario: ganaríamos 400 m. de altura en apenas 6 kilómetros. Tomamos unos geles, o en el caso de alguno unos dátiles, y empezamos a ascender. Rampas de entre un 10% y un 15%  con el sol brillando a "pleno sol" sobre nuestras cabezas, nos hicieron ascender lentamente en busca de las dehesas de Cercedilla. En este punto los 3 litros de agua de mi Camel empezaban a escasear y mi nerviosismo empezó a hacer acto de presencia. Ángel me informa de la cercanía de una fuente que le marca su GPS y yo, cual niño de corta edad, no paro de preguntar cada 5 minutos si falta mucho para llegar. Finalmente aparece ante nosotros la ansiada fuente y es como un auténtico oasis en el camino, una maravillosa fuente de agua fresca que nos permite refrescarnos y llenar nuestras mochilas de hidratación.


Luis no duda en sumergir su cabeza al llegar y todos terminamos haciendo lo mismo. Hay que reconocer que salimos de la fuente con el ánimo renovado y con la firme convicción de que llegaríamos a nuestro destino. Hay que ver lo que hace un chorrillo de agua en el momento oportuno.



A continuación una rápida bajada nos lleva directamente a las dehesas de Cercedilla. En este punto el track nos indica empezar a subir el Puerto de la Fuenfría por la carretera, pero Ángel sugiere continuar recto hacia la Calzada Romana, ya que piensa que un sendero nos puede hacer enlazar con el track un poco más arriba. Avanzamos, pero al llegar a la calzada nos damos cuenta de que no es posible y que lo más sensato es dar la vuelta y seguir por el camino indicado. En un alarde de cabezonería y tozudez por mi parte, invito a mis acompañantes a seguir por la Calzada Romana con las bicicletas a cuestas durante 2 kilómetros y estoy a punto de ganarme un par de buenas collejas por ser tan burro...


Continuamos nuestra ascensión al puerto encontrando por el camino diferentes puntos de interés turístico: un reloj de sol, un bonito refugio y un buen puñado de gente disfrutando de tan bellos parajes...


Con menos esfuerzo del esperado ante la suavidad de las últimas rampas del puerto, llegamos al Mirador de la Reina, donde disfrutamos de unas maravillosas vistas y nos preparamos para afrontar los últimos 20 km. de descenso hasta Segovia.


Empezamos a bajar por un camino muy empedrado a altas velocidades. No es una bajada cómoda, ya que el terreno transmite muchas vibraciones, pero nos lanzamos de todos modos a tumba abierta disfrutando de la bajada. Tras 5 kilómetros, realizamos una parada de agrupamiento y tenemos el primer contratiempo del día: nuestro amigo Luis ha perdido su cámara de fotos durante el rápido descenso. Tras meditar unos segundos si volver a subir el pedazo de rampa que dejamos atrás, decide darla por perdida y seguimos nuestro camino.


Hemos dejado atrás el camino empedrado y bajamos por una pista lisa que es una delicia. Parece que llegaremos a Segovia en un momento, pero había una sorpresa que para algunos no fue precisamente agradable: el track nos indica que debemos desviarnos por un camino con una subida de 2 Km. que, a estas alturas de la ruta y con las fuerzas un tanto justas, se hace difícil de asimilar. A continuación el camino cambia de inclinación y empezamos a bajar por una zona de trialeras que terminan de agotar nuestras fuerzas y nos ponen a prueba. El tortuoso camino acaba y por fin visualizamos la ciudad de Segovia. Vemos el Acueducto y la Catedral y nos lanzamos campo a través en línea recta hacia nuestro objetivo: nuestra aventura se acercaba a su fin entre caballos y ganado.


Después de 10 horas encima de la bicicleta llegamos a nuestro destino. Rápidamente buscamos una agradable terraza donde poder degustar unas ricos judiones y un buen trozo de cochinillo y comemos tranquilamente, comentando los pormenores de la ruta.


Una vez recuperados y con los estómagos bien llenos, buscamos las fotos más significativas y nos dirigimos hacia el Acueducto y la Catedral para inmortalizar el momento. 


Y así fue como pude cumplir mi reto personal del año.

Quiero agradecer especialmente a mis compañeros Ángel y Luis su inestimable compañía. Consiguieron que la larga travesía fuera amena y divertida y que los kilómetros y las horas pasaran rápidamente.
Chicos, muchas gracias, sois increíbles !!!!


GDMone 2013...